EXFUNCIONARIOS DE AYSA SEÑALADOS POR EL GOBIERNO AHORA TIENEN CARGOS EN EL GABINETE DE KICILLOF
Tras la denuncia de Adorni por el presunto uso político de la empresa estatal durante la gestión de Galmarini y Massa, varios de los implicados se reubicaron en el Ministerio de Transporte bonaerense
Mientras el vocero presidencial Manuel Adorni denunciaba públicamente presuntas irregularidades en AySA durante la gestión de Sergio Massa y Malena Galmarini, algunos de los exfuncionarios involucrados en esos manejos no se alejaron del Estado. Por el contrario, hoy ocupan puestos estratégicos dentro del gobierno de la provincia de Buenos Aires, bajo la gestión de Axel Kicillof.
Según detalló Adorni, se habrían gastado más de 4.800 millones de dólares en obras a través de AySA, con una concentración del 25% en Tigre y Malvinas Argentinas, bastiones del Frente Renovador. La acusación incluyó el supuesto uso de la empresa como plataforma proselitista, especialmente durante la campaña presidencial de Massa.
Lo que no se mencionó en la conferencia de prensa es que varios de los técnicos y directivos de confianza de Galmarini no se retiraron tras el cambio de gobierno, sino que encontraron cobijo político en el Ministerio de Transporte bonaerense, encabezado por Martín Marinucci, hombre cercano a Massa.
Entre los casos más destacados se encuentran:
Patricio D’Angelo, quien fue director general administrativo de AySA y hoy ocupa el mismo cargo en la cartera de Transporte.
Eduardo Feijoo, también parte del equipo de Galmarini, que actualmente se desempeña como director provincial de Seguridad Vial.
Ambos integran el entorno de mayor confianza de Marinucci, lo que confirma la continuidad de la estructura massista en áreas clave del Ejecutivo provincial.
Un acuerdo que empieza a tensarse
La permanencia de estos funcionarios es parte del acuerdo político sellado entre Kicillof y Massa tras las elecciones de 2023, en un intento por preservar la unidad del peronismo bonaerense. Sin embargo, la avanzada judicial y mediática del gobierno nacional contra figuras del massismo comienza a incomodar en La Plata.
Fuentes cercanas a la Gobernación reconocen que la situación genera “ruido interno” y que el gobernador está al tanto de las implicancias políticas. Con causas judiciales en marcha y una creciente presión desde Casa Rosada, no se descarta que Kicillof se vea obligado a revisar algunos de los cargos que heredó del massismo, especialmente si el caso de AySA toma mayor volumen en la Justicia.
Por ahora, el gobernador opta por el silencio. Pero los movimientos judiciales y las tensiones políticas podrían forzar una depuración que marque el inicio de un nuevo equilibrio en su gabinete.
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